Queja de productores de mejillones de Ushuaia. Confrontan al Subsecretario de Coordinación Pesquera y su discurso.
Una versión oficial alejada de la realidad
En entrevista, el titular de Valdez SRL cuestionó duramente el discurso del Gobierno. "Lo que dice Marzioni es prácticamente todo mentira", afirmó, aclarando que, si bien la empresa Pesantar-Newsan Food logró exportar, el contexto en el que se desarrolló la actividad dista mucho de ser un logro para toda la industria.
Según Valdez, la realidad es que su empresa y otros productores han visto frenada su producción debido al incumplimiento del Gobierno provincial con el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC). Esto generó graves problemas económicos y obligó a paralizar la actividad, afectando directamente a sus trabajadores.
Un sector abandonado y sin respuestas
El productor explicó que, tras agotar todas las instancias administrativas, sigue sin recibir una respuesta clara por parte de la Secretaría de Pesca. La única notificación oficial que obtuvo fue la del CENADAC, informándole que la provincia no cumplió con los requisitos exigidos, lo que interrumpió la comercialización de los mejillones.
Valdez denunció que el Gobierno favorece a grandes empresas mientras que los productores artesanales quedan relegados. "No hay un apoyo directo hacia los pequeños productores como nosotros", afirmó, agregando que las condiciones de Almanza agravan la crisis del sector.
"Estamos produciendo en el mismo lugar que estamos contaminando", advirtió, señalando la falta de infraestructura básica como agua potable y cloacas. "El abandono del sector es total", enfatizó.
Pérdidas irreparables y futuro incierto
Reactivar la producción de mejillones requiere al menos dos años de cultivo, y muchas empresas pequeñas no tienen la capacidad financiera para esperar. "El mal ya está hecho", lamentó Valdez, subrayando que la desidia del Gobierno provincial pone en riesgo la continuidad de los productores independientes.
A pesar de los obstáculos, el productor aseguró que seguirá en la lucha. "Estamos peleándola porque nos gusta la actividad, pero así es imposible", declaró. La burocracia y la falta de políticas claras solo generan más incertidumbre en el sector acuícola.
El testimonio de Fabián Valdez deja en evidencia la contradicción entre la versión oficial del Gobierno y la realidad de los productores de Almanza. Mientras desde el Ejecutivo se celebran exportaciones, los trabajadores que sostienen la actividad denuncian abandono, falta de apoyo y una crisis que amenaza la supervivencia de la producción acuícola en Tierra del Fuego
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