Walter Vuoto y la Terminal de Ómnibus en Ushuaia: otra promesa incumplida del intendente

La terminal de ómnibus prometida para Ushuaia en 2021 quedó en nada. Otra promesa incumplida del intendente Walter Vuoto que afecta a la ciudad.

El proyecto anunciado en 2021 con bombos y platillos quedó en la nada. Como las bicicletas, como tantos otros que se anuncian o inauguran, lo real, Ushuaia sigue sin una terminal, exponiendo una gestión que prioriza anuncios sobre soluciones reales.

En abril de 2021, el entonces presidente Alberto Fernández, junto al intendente Walter Vuoto, anunciaba con entusiasmo la construcción de una terminal de ómnibus moderna en Ushuaia. La iniciativa, prometía poner fin a años de precariedad en el transporte terrestre de la ciudad más austral del mundo. Sin embargo, cuatro años después, lo único tangible de aquel proyecto es una maqueta olvidada y las mismas carencias de siempre.

Hoy, en lugar de una infraestructura digna de una ciudad turística de nivel internacional, los pasajeros deben conformarse con una parada improvisada entre la Aduana y una estación de servicio. Sin baños públicos, sin sala de espera y con condiciones que rozan lo indigno, Ushuaia se enfrenta al mismo problema que hace años, agravado por el incremento del turismo y el tráfico vehicular en la zona céntrica.

La falta de avances en la terminal es un reflejo más de una gestión que parece centrada en anuncios rimbombantes pero vacíos de contenido. Durante la temporada alta, el caos vehicular y la desorganización afectan tanto a los residentes como a los visitantes, quienes se ven obligados a lidiar con un sistema de transporte deficiente en una ciudad que se vende como "destino turístico de primer nivel".

La maqueta de la terminal, que en su momento fue presentada como un símbolo de progreso, ahora simboliza las promesas incumplidas de la gestión de Walter Vuoto. ¿Dónde están los fondos anunciados? ¿Qué se hizo para avanzar en la obra? Estas preguntas quedan sin respuesta mientras los vecinos de Ushuaia y los turistas padecen las consecuencias.

Esta situación no es un hecho aislado, sino parte de un patrón en la administración municipal. Años de promesas incumplidas han dejado a Ushuaia rezagada en infraestructura clave, afectando su imagen y su capacidad para recibir visitantes.

En una ciudad que depende del turismo como principal motor económico, la ausencia de una terminal de ómnibus adecuada no solo es un inconveniente logístico, sino un síntoma de una gestión que parece más preocupada por las fotos, intentar cobrarle un impuesto al que viene y los discursos que por resolver los problemas reales de la gente.