El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción expuso un panorama complejo para la obra pública, que está paralizada.
El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción expuso un panorama complejo para la obra pública, que está paralizada. Solamente por las viviendas del IPV se deben cuatro mil millones de pesos y no hay un horizonte que permita saber si los convenios con Nación se van a pagar o no. Mientras tanto las empresas siguen afrontando costos fijos en seguros, vigilancia, luz de obra, entre otros que se van sumando al monto total.
“La deuda sigue siendo la misma y desde marzo hasta ahora ha aumentado. Tenemos contacto con el Ministerio de Obras Públicas y con el IPV, y ellos no han tenido respuesta de nación en cuanto a la transferencia de fondos, y tampoco hay un panorama concreto de las obras que se van a suspender y las que se van a pagar. Si uno tuviera esa certeza, el gobierno o el IPV podrían decidir conseguir la plata para terminar determinada obra que nación no va a financiar, pero como no hay respuesta, hay una situación de incertidumbre total. Además, la deuda es de los comitentes, que son el gobierno y el IPV, porque son los que tienen los contratos con las constructoras de la provincia. Si nosotros tenemos que reclamar algo, lo tenemos que reclamar a ellos, porque no tenemos contratos con nación”, indicó.
El ingeniero Daniel Wallner, presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción, dialogó en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la paralización de la obra pública y la deuda que sigue creciendo. Se estima un total de siete mil millones, de los cuales cuatro mil corresponden a viviendas del IPV.
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