Incendio descontrolado, los funcionarios dan ordenes desde un escritorio y no te dejan ni colaborar

Incendio descontrolado, los funcionarios estan ausentes y en un escritorio, ponen trabas y encima no te dejan colaborar, denuncio Daniel Parum.

El conocido emprendedor Daniel Parún se encuentra a unos 12 kilómetros del incendio y aseguró que desde el inicio del fuego “se subestimó” la situación. Los mismos habitantes de las estancias, ayudados por familiares y amigos, se pusieron al hombro el trabajo y no vieron a ningún funcionario responsable de la toma de decisiones. Lejos de colaborar, “desde un escritorio” han dado órdenes de cerrar la ruta y fue testigo de una demora de 20 minutos hasta que “un uniformado” dejó pasar dos camiones con tanques cisterna. También le tocó esperar en el corte de ruta, cuando está yendo todos los días a la ciudad a buscar alimentos y herramientas para combatir el fuego y atender a los que están realizando “un esfuerzo sobrehumano”. Destacó la presencia de Vialidad Provincial, para comenzar a realizar varios cortafuegos e impedir el avance. 

Parún dialogó con Radio Universidad desde el lugar donde se está trabajando hace días para combatir el fuego, dado que su emprendimiento se encuentra ubicado a 12 kilómetros de distancia del centro del incendio en este momento. 

“Estuve colaborando y participando de las cosas que se fueron haciendo principalmente en el límite de la estancia Carmen, La Rinconada, Los Cerros. El viernes estuvimos casi hasta la medianoche con un amigo dándole a las motosierras para poder hacer un gran cortafuego y que se pueda controlar si se acerca a ese lugar. Hay un grupo humano increíble trabajando en la estancia Los Cerros, no solamente su dueño, don Carlos Henninger, sus hijos y amigos, y han hecho un esfuerzo tremendo. Movilizaron a toda su gente amiga y la gente de la ciudad de Río Grande se ha solidarizado con todo. Han mandado agua, pan, carne, fiambre, para que todos los que están luchando contra el fuego puedan tener algo para comer. Es durísimo y nadie imagina lo que es estar en un lugar así. El esfuerzo de esta gente es sobrehumano”, afirmó. 

“Hay un grupo de bomberos y voluntarios que le meten mucha energía y mucha garra para que las cosas salgan bien y, gracias a ellos, yo estoy más tranquilo. El fuego no está controlado, pero por lo menos estamos preparados por si llega a aparecer por este lado. Es muy difícil porque cambia el viento, hace unos días salió el sol y no llovió cuando tenía que llover. No se puede controlar”, lamentó. 

“Yo estoy a 12 kilómetros por ruta y el fuego está en los límites de estancia Los Cerros con Carmen. Está un poco lejos de los cascos de la estancia, pero los primeros días que comenzó el fuego no parecía tanto y a los tres días había avanzado un kilómetro. En estancia Carmen estuvo la gente de Vialidad Provincial con todo su equipo y Quique Sandri a la cabeza para hacer unos cortafuegos. Es muy difícil acceder ahí y tienen que meter máquinas para que pueda ingresar un cuatriciclo con un carrito y usar una bomba que se pone en una castorera para poder mandar agua. Es muy complicado y hay gran grupo humano trabajando, digno de destacar, porque muchos han dejado su casa. Vino a dormir a la mía un matrimonio que tiene una casa de comidas en Río Grande y dejaron su establecimiento para venir a colaborar”, citó como ejemplo de varios riograndenses que se acercan a colaborar. 

Desde hace pocos días hay tres aviones hidrantes trabajando, tirando agua, y en tierra “hay gente con bombas de agua y cientos de metros de manguera apagando los focos. El fuego principal sigue estando, pero se está tratando de controlar los focos. Hay mucha gente que conoce el lugar, que sabe que es complicado”, dijo. 

Funcionarios ausentes: Fue crítico de la inacción de los funcionarios responsables del combate del fuego. “Si tengo que hacer una crítica, lo primero que tengo que decir es que las personas que estaban a cargo tendrían que haber venido al lugar desde que esto comenzó, y no venía nadie. Vi muchas fotos en el cerro, pero no en el lugar de trabajo. De la gente que toma decisiones no había nadie y esa es mi crítica más importante. No vi a ninguno, excepto a Sandri, que está dando vueltas desde que comenzó esto, muy preocupado. Yo envié imágenes a todos lados desde el cerro más importante de la zona que permite ver todo lo que está pasando, y Sandri fue el único que me llamó para ver si había alguna novedad y cómo estaba todo. Después no sé quién toma las decisiones. La situación se subestimó totalmente y no se le prestó la atención que se le debió prestar desde el primer momento”, cuestionó. 

“Todo el mundo dice que la gente que vino está capacitada y es cierto, pero hay que ver cuánto demoró en llegar. No se pueden tomar decisiones desde un escritorio, digan lo que digan. Nosotros estamos con un grupo de gente que está haciendo un esfuerzo sobrehumano para tratar de controlar esto y están todo el día trabajando”, subrayó. 

Bloqueo policial: Por otra parte, expresó su malestar por la decisión de bloquear las rutas de ingreso. “No quiero ser maleducado pero el que hizo eso no tiene la menor idea. Yo estaba camino de mi casa, llegué a la ruta provincial 18, al final con la ruta 3 y había un uniformado tomando los datos a dos camiones que habían mandado. Estuvo 20 minutos para dejar pasar el camión con tanques cisterna con 20 ó 30 mil litros, y es una barbaridad. Yo tuve que pasar por abajo porque no me dejaban ingresar, y había ido a buscar mercadería y herramientas. Es desgastante. Tienen que aplicar un poco de sentido común, que vayan a la ruta los tipos que tienen que tomar las decisiones y se dejen de joder. Les mandan a decir desde un escritorio lo que tienen que hacer, pero tienen que ir a ver la gente que está entrando y no molestar, porque estamos todos los días rompiéndonos el lomo para tratar de que no llegue el fuego a nuestra casa, después de un esfuerzo de tantos años, y llegan estos imbéciles que hacen las cosas todo mal”, fustigó. 

“Ojalá algún día den la cara, porque me gustaría decirles de frente lo que pienso. Mucha gente dejó de hacer sus cosas para venir a ayudar y tiene que dar explicaciones porque, si no tienen un título de propiedad, no los dejan pasar. Son unos imbéciles”, calificó. 

“Hay gente que tiene mucha capacidad para hacer cosas, y esa es la que hace falta, no estos tipos que no solamente atrasan, sino que hacen perder tiempo y nos ponen de mal humor. Yo aplaudo a toda la gente que vino a ayudar, que vino a dejar un tanque, un bidón de nafta, aceite para las motosierras, agua, pan y sándwiches para la gente que está trabajando, muchas veces fuera de hora, sin dormir. Hay que ser un poco más humanos”, reclamó. 

“En la estancia Los Cerros está toda la familia a cargo, los hijos, los yernos, los nietos, los amigos, todos están laburando. Yo voy a colaborar, hemos estado trabajando ahí, y fuimos a ayudar con lo que sea. Los focos que se van disipando a 100 ó 150 metros del fuego principal se van apagando, hay bombas trabajando que sacan agua de las castoreras. Faltaría que venga el tipo que toma las decisiones y que vea lo que se está haciendo. Hay un montón de máquinas de empresas privadas que han venido y están trabajando todo el día, gracias a dios llegó Vialidad Provincial a tratar de colaborar, pero en principio en toda esta zona trabajamos todos privados”, aseguró. 

“La gente de La Rinconada ha hecho un esfuerzo tremendo, y ellos trajeron máquinas privadas. También empezaron a sacar las cosas de su casa preparándose para lo peor. Es gente que vive ahí, hay jubilados, otros que hace 20 años están haciendo su casita y tienen sus cosas, y estuvieron sacando lo de más valor por las dudas de que llegara el fuego. El depósito de Carlitos Henninger estaba lleno de cosas que no son de él, sino de gente con temor a que les llegue el fuego. Es fácil hablar en una red social o sacarse una foto cuando llegó el avión, pero tienen que venir acá”, insistió. 

“Ahora por suerte hay mucha gente trabajando. Está Vialidad, que es importantísimo, y lo que tendrían que hacer es hablar con la gente que está a cargo de esto. Carlos Henninger con toda su familia está tratando de ver lo que hace falta, Emilio de la Panadería La Unión manda el pan todos los días y no es una tontería, porque hay que alimentar a 50 personas. Desde mi lugar yo tengo un salón muy grande para albergar a 50 personas para que puedan comer y dormir y todos los días vamos al supermercado a buscar mercadería. Brindamos todo lo que está a nuestro alcance”, concluyó.