Quejas de vecinos por una mujer y su hijo que viven en la calle en Ushuaia

Quejas de vecinos por una mujer y su hijo que viven en la calle en Ushuaia y generan conflictos y peleas constantemente.

Una mujer de 66 años y su hijo de 34 duermen en la calle, arman una carpa cada noche para dormir, en pleno centro de Ushuaia en calle Patagonia, casi San Martin y deambulan durante el día por el centro. 

Aunque la mujer identificada como Elba Patricia Meiners dice que residen en la provincia desde 1999, vecinos y comerciantes del sector en donde pernoctan señalan que llegaron no hace mucho desde Rosario Santa Fe y que la mujer y su hijo Matias Alejandro Meiners piden “una solución habitacional”. 

Las personas que trabajan y viven en inmediaciones de la calle Patagonia, piden que el Estado los retire de allí porque son “muy conflictivos y agresivos”. En Santa Fe en 2020 fueron denunciados por agredir a sus vecinos (VER).

Patricia Meiners, se comunicó con la redacción de Diario Prensa para hacer público un pedido de ayuda habitacional para ella y su hijo, un muchacho con diagnóstico de hiperacusia, un síndrome que se caracteriza por una hipersensibilidad auditiva que causa intolerancia a la mayoría de los sonidos cotidianos que rodean a la persona. 

“Yo tengo 66 años de edad y mi hijo de 34 años padece una hiperacucia del 80%. Los dos estamos viviendo en la calle, en Patagonia 68, en un hueco que hay acá. Vivimos como animales y tenemos que cruzar en frente, a una obra, para orinar”. 

Consultada sobre cómo terminaron viviendo en la calle, Patricia expresó que “vivimos en la provincia desde 1999 pero como debimos ir en una derivación médica al Hospital Italiano en Buenos Aires, cuando volvimos no pudimos alquilar ni siquiera una habitación y no conseguimos dónde alquilar porque son altísimos los alquileres en esta ciudad. Yo cuento con una jubilación y mi hijo tiene una pensión que está retenida por el Juzgado sin motivo. El defensor nos está tratando de desbloquear este problema, así que solo contamos con un solo ingreso que es mi jubilación”. 

La entrevistada refirió más adelante que “hace un tiempo, desde Desarrollo Social, la señora Tamara, que es la secretaria del gobernador Melella, nos ayudó dándonos una semana para estar en las cabañas del Río Pipo y en el Gimnasio Petrina. Cuando estábamos ahí vino un día el jefe de la Comisaría 4ta y nos hizo salir diciéndonos que ese lugar era para que la gente pudiera practicar deporte. Después nos enteramos que las cabañas se las dieron a las presas. Por eso yo quiero decirle a la gente que todos mantenemos a los presos para que tengan Internet y televisión mientras que nosotros estamos en la calle. Ese día nos llevaron a la Casa de Gobierno, diciendo que nos iban a dar una solución habitacional pero al final no nos dieron nada, nos cerraron la puerta, nos robaron la valija, la cartera y la pensión de mi hijo, todo lo que teníamos. Nos quedamos con lo puesto y si no hubiera sido por gente que se acercó y nos ayudó hoy no teníamos nada”. 

Finalmente, Patricia Meiners aportó un teléfono con la característica de la provincia de Santa Fe para quienes deseen brindarles algún tipo de ayuda: “Necesitamos una solución urgente porque nadie puede vivir tirado en la calle con estas temperaturas, pidiendo agua caliente a los vecinos para poder tomar algo o teniendo que hacer nuestras necesidades en una obra en construcción”. 

La otra cara de la situación, vecinos y comerciantes piden que se vayan: “Ellos llegaron hace poco tiempo de la provincia de Santa Fe, creo que de Rosario, nos dijeron en una oportunidad. Y se instalaron con una carpita ante el asombro de todos porque la verdad es que estas cosas no son comunes en Ushuaia” – comenzó consignando una vecina de un edificio de departamentos de avenida San Martín. 

“Están en calle Patagonia 68 y la verdad es que para toda la gente que vive cerca de ahí, la presencia de ellos es un problema. Al comienzo era imposible no condolerse por su situación pero con el correr de los días nos dimos cuenta que tampoco por su manera de ser se dejan ayudar. Permanéntemente tienen problemas, se pelean a los gritos, insultan y hasta los vimos abollar a patadas la puerta de un taxi. Siempre el tema son los ruidos. El muchacho parece tener alguna discapacidad que lo vuelve loco cuando escucha ruidos fuertes… Urge que las autoridades tomen cartas en el asunto porque un día esto va a terminar muy mal…”. 

Un comerciante a su vez comentó que “creo que por acá todos ponen la mejor buena voluntad para ayudarlos, prestándoles el baño a veces o dándoles agua caliente, pero últimamente las cosas se están complicando y la tranquilidad se altera cada dos por tres. En varias ocasiones tuvimos que salir a la vereda porque la señora y el chico se ponen como locos ante los ruidos de la obra en construcción. Es imposible que no haya ruidos pero ellos se alteran mucho. Lo mismo ha pasado con autos que pasan con el escape libre o con motociclistas. Es una pelea constante de la que terminamos siendo involuntarios testigos. Pedimos a las autoridades del Gobierno, del Municipio o a la gente de Salud Mental que intervenga. Esto no puede seguir así”. 

Una tercera opinión fue coincidente con las dos anteriores: “¡Por favor! ¡Que los políticos hagan algo por ellos y por nosotros porque así no se puede seguir viviendo!. La Policía viene una y otra vez, hablan con ellos después de cada escándalo o pelea, se van y después vuelve a repetirse la misma historia. Inclusive les pusieron una especie de cerco para que no sigan armando la carpa pero ellos lo rompieron y vuelven cada noche. Durante el día andan de acá para allá, todos los podemos ver en el centro. El Gobierno, el Municipio o el organismo que sea no pueden mirar para otro lado porque estas dos personas están literalmente en situación de calle. Eso los afecta a ellos claro pero también a nosotros porque reaccionan mal ante cosas cotidianas que pasan y que causan ruidos. 

¿Los políticos están esperando que pase algo grave para actuar?. Esta gente vino de Santa Fe y dicen que buscan alquiler pero es fácil entender que acá en Ushuaia los alquileres son muy altos, que en ésta época todo el mundo si tiene un lugar lo alquila a los turistas y además porque ni bien los conocen se dan cuenta que son personas problemáticas. Sabemos que han ido a protestar de modo violento a la puerta del Concejo Deliberante, a las oficinas de la Casa de Gobierno y también en el Shopping causaron desmanes. Esto es algo que tiene que solucionar la provincia o la ciudad, dándoles aunque sea una habitación temporariamente hasta que se vea cómo se soluciona el problema en definitiva”.